Anda dando vueltas por las redes sociales el video de esta enfermera que se percata de que la paciente que estaba punto de ser intubada por el doctor con que trabajaba era nada menos que su propia madre.
La mujer rompe en llanto y le suplicas al doctor apelando a su humanidad para que no intubara. También apela al juramento Hipocrático que hizo que es salvar las vidas y no matar a sus pacientes por un protocolo COVID.
Gran parte de los pacientes intubados mueren, sobre todo si son de edad y tienen comorbilidades cuando llegan a los hospitales. Por esto era casi seguro que la madre habría muerto de haber sido intubada aunque la causa es la intubación se habría atribuido al Covid 19 con el fin de engrosar las cifras de esta supuesta pandemia.
Los hospitales y los centros de salud reciben incentivos económicos crecientes y por tramos de Covid 19: el primer tramo es por paciente covid positivo detectado ( por PCR + o por sus síntomas); el segundo tramo es por paciente intubado y el tercero y lejos el más cuantioso es por paciente intubado que resuelta muerto a los que se les cuenta como muertes por COVID 19 cuando la causa puede ser atribuida a la intubación o a las comorbilidades que presentaban.
Por lo que resulta altamente rentable intubar a los pacientes y más aún si es muy probable que no salgan vivos de la intubación. Por eso esta escena y la disyuntiva del médico: intubar siguiendo el protocolo COVID o salvar una vida.
Los intubados etiquetados COVID mueren porque al intubarlos se les secan sus pulmones que ya están funcionando mal a nivel celular en sus alveolos y se los llenan de oxígeno cuando les meten tubos que les soplan aire.
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